Marisa
Esta debería ser una historia de amor.
Todo está en su lugar
para que lo sea.
Las líneas perfectas, las almas perfectas, pero ya ves, Justin
piensa que es un juego.
Piensa que soy su peón, pero no podría estar más
equivocado.
Cada movimiento que él hace, lo bloquearé.
Cada vez que piense que
está a punto de agarrarme, correré.
Algunos hombres subestiman el poder de la
reina porque están demasiado ocupados jugando a ser rey.
Olvidan que ella es la
pieza más poderosa del tablero. Y el amor es un juego que no acostumbro perder.
¿Qué se necesita para darse cuenta que nunca seré su peón,
pero que felizmente jugaré a ser su reina?
Justin
Ella quiere una historia de amor.
Y como he sido configurado
igual a como lo hago con mis propias historias, no es el amor lo que estoy
buscando, es la persecución.
Marisa piensa que puede superarme.
Aunque siempre
estoy un paso delante de ella, me mantiene cerca, es por eso que no debo
subestimarla.
Ni un poquito, pero parece que olvida que el juego no termina
hasta que el rey esté muerto.
Y nunca me matará, porque haré que me ame.
Y luego, jaque
mate, yo gano.
El amor no es un juego, pero la persecución ciertamente lo
es.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario