¿Yo? Lo llamo el arrogante bastardo que robó mi recinto de
conciertos.
¿Su disculpa? Llevarnos a mí y a mi violín de tour con la
banda.
Es una oferta que no puedo rechazar, incluso si viene con ataduras.
Porque Rey Thomas no es quien parece.
La vida no es bonita detrás de la fachada de líder desviado.
Es cruda, fea y a veces rotundamente dolorosa.
Pero es real.
Y muchísimo mejor que la mentira que él le presenta al
mundo.
El hombre detrás de la cara de Dark Tide es hermoso en su
caos.
Todo lo que tengo que hacer es mantenerlo vivo el tiempo suficiente para
que él vea eso también.
Nunca nadie dijo que amar a una estrella del rock.
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