Anoche fue la noche más vergonzosa de mi vida.
Yo era esa chica.
Ya sabes, la chica altamente alcoholizada que celebra su
trigésimo cumpleaños con sus dos mejores amigas, que están felizmente casadas.
Y cuando más bebía, más quería hacer algo temerario para celebrar.
por temerario, me refiero al sexy y atractivo hombre vestido
con un traje de negocios que está cerca del bar. Conoces este tipo, alto,
oscuro, guapo. Estaba segura de que él estaba fuera de mi liga, pero había
tomado suficiente alcohol como para que esas cosas ya no importaran. No estoy
gorda, eso sí, pero se puede decir que me gustan las papas fritas, así que así
es.
Me llevó a casa y disfruté del mejor sexo de cumpleaños de
mi vida. Bueno, hasta que nos detuvieron en un momento bastante desagradable.
No hay nada como ser interrumpida a mitad del sexo con una
vocecita que preguntaba:— ¿Qué le estás haciendo a mi papi?
Solo mátame ahora... o eso pensé.
Descubrí, que el hombre que monté como un toro en el rodeo
también es mi nuevo propietario.
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